Yacimientos trogloditas en Dordoña: un fascinante viaje en el tiempo
Los acantilados del Périgord albergan numerosas viviendas trogloditas. Desde simples refugios hasta auténticos pueblos creados en la roca, estos lugares son imprescindibles cuando vienes a visitar nuestra comarca. Le sorprenderá comprobar hasta qué punto estos hábitats permitieron a nuestros antepasados protegerse dominando los valles del Périgord. De La Roque-Saint-Christophe a Belvès por la pueblo de madeleine, siga la guía ! ¿Pero conoces la definición de cueva o vivienda troglodita?
¿Qué es una vivienda troglodita?
laetimología de la palabra troglodita significa que es un ser humano que vive en una cueva, un lugar excavado en un acantilado o cueva natural.
El troglodita puede permanecer en esta vivienda de forma temporal o permanente.
Fue durante el Neolítico cuando el hombre empezó a crear estas cavidades en las rocas. Comienzan a calmarse en este momento.
No confundir: el troglodita designa, por tanto, a la persona que habita un sitio o pueblo troglodita.
¿Qué pueblos trogloditas visitar en el valle del Vézère?
La región de el valle de Vézère es muy rica en pueblos trogloditas, cada uno con su propia especificidad.
La Roque-Saint-Christophe: el acantilado más impresionante del Périgord Negro
La Roque-Saint-Christophe es un inmenso acantilado entre Les Eyzies et Montignac-Lascaux. Las cavidades naturales de la pared de piedra caliza, de más de un kilómetro de largo y 80 metros de alto, sirvieron de refugio a los trogloditas de prehistoria. En Edad Media y hasta principios del Renacimiento se establecieron un fuerte y un pueblo. La visita a esta ciudad es particularmente interesante porque podrás ver cómo los habitantes han creado herramientas para mejorar sus desarrollos.
El pueblo troglodita de La Madeleine: testigo del pasado prehistórico del valle del Vézére
No muy lejos del sitio de La Roque-Saint-Christophe, Tursac, parada en Madeleine. Podrás descubrir refugios reconstruidos con materiales de época para evocar los usos y costumbres de los habitantes de este acantilado. Dentro de esta ciudad troglodita, disfrute de un viaje educativo con una museografía accesible a todos.
El sitio ha estado ocupado durante más de 17 años.
Desde la Prehistoria hasta la Edad Media, la vida troglodita se analiza desde todos sus ángulos (¡hornear pan pero también parafernalia defensiva!). Desde hace varios años el lugar alberga una finca campesina con productos locales.
La Maison Forte de Reignac, el sitio más insólito
La ubicación de la Maison Forte es impresionante: este castillo situado en un acantilado domina el valle del Vézère. Aunque fue clasificado como Monumento Histórico en 1964, el sitio ha estado habitado desde hace más de 20 años. De hecho, los cazadores-recolectores dieron paso a los señores de Reignac, cuya sala de armas o gran salón de honor se puede ver. También podrás disfrutar de las increíbles vistas y panoramas que ofrece la Maison Forte de Reignac.
Le Conquil, el auténtico refugio rocoso
El paseo construido en el acantilado permite admirar el pueblo de Saint-Léon-sur-Vézere, clase Plus Beaux Villages de France pero también para acercarnos lo más posible a este auténtico hábitat troglodita. En un parque sombreado, el sitio de Conquil le acoge desde abril hasta el día de Todos los Santos.
¿Qué pueblos trogloditas visitar en el valle del Dordoña?
Belvès, clasificado como uno de los “Pueblos más bonitos de Francia”»
¡Este pueblo cuyo nombre significa “hermosa vista” también merece una visita! En efecto, Belvès contiene verdaderas joyas con su castillo del siglo XVI pero también sus iglesias del siglo XIII. También puedes disfrutar del mercado que tiene lugar en un mercado muy bonito. A este patrimonio ya muy rico, se le puede sumar viviendas trogloditas que han sido diseñados para explicar la vida cotidiana de los campesinos que allí vivieron en la Edad Media. Belvès es también el punto de partida para caminatas a pie, en bicicleta o a caballo permitiéndole descubrir magníficos paisajes.
La Roque Gageac y su fuerte troglodita
En el Périgord negro También hay un pueblo muy bonito que bordea la Dordoña. Puedes pasear hasta allí para apreciar sus pequeñas calles y sus edificios con tejados de pizarra. Es subiendo por el acantilado que se puede descubrir el Fuerte de Roque Gageac que, desde sus 120 m de altura, cuenta parte de la historia de Francia. No dudes en seguir una guía para saber más. Y ojo, la vista es increíble.